Un tema de los más controversos es el que trata de la relación de los judíos con la tierra Santa. Sin tener un conocimiento de la profecía bíblica, cualquiera que sea la opinión personal resulta equivocada. La filosofía calvinista se equivoca cuando trata del tema. Incluso, se contradice. Miremos lo que dice uno de los mayores exponentes:
¿Cómo deberían alienarse los cristianos (creedores de la Biblia) en el conflicto judeo-palestino? Existen razones bíblicas para tratar ambas partes con justicia pública compasiva de la misma manera que se deberían resolver generalmente las disputas entre las naciones. O sea la Biblia no nos enseña a ser parcial respecto a Israel o Palestina porque cada cual tiene un estatus divino especial.
No niego que Dios eligiera a Israel de todas las personas del mundo para ser el centro de especial bendición en la historia de la redención que culminó en Jesucristo, el Mesías. “El SEÑOR, tu dios te ha elegido para ser una persona como posesión muy preciada, de todas aquellas personas que yacían sobre la tierra” (Deuteronomio 7:6).
Tampoco niego que Dios prometió a Israel la tierra actualmente disputada desde los tiempos de Abraham. Le dijo a Moisés: “Esta es la tierra que prometí a Abraham, Isaac y Jacobo, ‘se la daré a tus hijos’” (Deuteronomio 34:4).
Pero ninguno de estos hechos bíblicos conduce necesariamente a aprobar Israel como la poseedora legítima de toda la tierra disputada. Puede que tenga ese derecho, o puede que no. Pero esa decisión no se basa en el privilegio divino. ¿Por qué?
En primer lugar, la gente que no mantiene el pacto no posee un derecho divino para ocupar la tierra prometida. Tanto el estado de bendición de las personas como el derecho de privilegio a la tierra está sujeto al acuerdo que Dios hizo con Israel. Por lo que Dios dijo a Israel: “Si obedeces mi voz y mantienes mi acuerdo, serás mi posesión preciada entre todas las personas” (Éxodo 19:5). Israel no dispone de garantía de una experiencia actual de privilegio divino si no mantiene su acuerdo con Dios.
Más que nunca a Israel se le negó la experiencia de su derecho divino a la tierra cuando rompió su voto a Dios. Por ejemplo, cuando Israel languidecía en cautividad en Babilonia, Daniel rezó, “Oh Señor.. . ... nosotros hemos pecado y actuado mal.. . . A ti, oh Señor, te pertenece la rectitud, pero a nosotros la vergüenza pública. . . a todo Israel. . . en todas las tierras adonde los has dirigido a causa de traición que cometieron contra ti” (Daniel 9:4-7; véase Salmo 78:54-61). Israel no tiene ningún derecho divino para permanecer en la tierra prometida cuando rompió su pacto de promesa.
Lo que no significa que otras naciones tengan el derecho de molestarla. Aún le corresponden derechos humanos entre las naciones aun cuando no tenga ningún derecho divino. Dios castigó a las naciones que se regodearon con la disciplina divina de Israel (Isaías 10:5-13).
En segundo lugar, Israel actualmente rechaza a su Mesías, Jesucristo, hijo de Dios. Esto se trata de un acto final de ruptura del pacto con Dios. Dios prometió a Israel que “daría un hijo; y que el gobierno le apoyaría y su nombre se debería nombrar el Consejero Maravilloso, Dios Todopoderoso, Eterno Padre, Príncipe de la Paz” (Isaías 9:6-7). Pero con lágrimas este Príncipe de la Paz se fijó en Jerusalén y dijo: “¡Si… . . hubierais sabido sobre las cosas que crean la paz! Pero ahora se encuentran ocultas a vuestros ojos. . . . No supisteis la hora de vuestra visitación” (Lucas 19:42-44).
Cuando los creadores rechazaron la piedra angular, Jesús dijo: “Se os retirará el reino de Dios y será dado a aquellas personas que produzcan sus frutos” (Matías 21:43). Explicó: “Muchos vendrán del este y el oeste y reclinarán en la mesa con Abraham, Isaac y Jacobo en el reino de los cielos mientras que se arrojara a los hijos del reino a la oscuridad exterior” (Matías 8:11-12)
Dios ha salvaguardado propósitos para Israel étnica (Romanos, 11:25-26). Pero ahora le gente se encuentra enemistada con Dios que rehúsa el evangelio de Jesucristo, el Mesías (Romanos 11:28). Dios ha extendido su trabajo de salvaguardar para que abarque a todas las personas (palestinos incluidos) que confiarán en su hijo y dependerán de su muerte y resurrección para la salvación. “¿Dios se trata del dios de los judíos únicamente? ¿No es también el dios de los Gentiles? Sí, también de los Gentiles ya que Dios es uno. Justificará la circuncisión y la no circuncisión mediante la fé” (Romanos3:29-30).
La petición cristiana en el Oriente Medio a los palestinos y judíos es la siguiente: “Crean en el Señor Jesús y seréis salvados” (Actos 16:31). Y hasta el gran día cuando ambos judíos y gentiles seguidores del Rey Jesús que hereda la tierra (no sólo el terreno), sin insultar ni disparar, se decidirán los derechos de las naciones mediante los principios de la justicia compasiva y pública, sin reclamaciones al derecho o estado divino nacional. (John Piper).
No niego que Dios eligiera a Israel de todas las personas del mundo para ser el centro de especial bendición en la historia de la redención que culminó en Jesucristo, el Mesías. “El SEÑOR, tu dios te ha elegido para ser una persona como posesión muy preciada, de todas aquellas personas que yacían sobre la tierra” (Deuteronomio 7:6).
Tampoco niego que Dios prometió a Israel la tierra actualmente disputada desde los tiempos de Abraham. Le dijo a Moisés: “Esta es la tierra que prometí a Abraham, Isaac y Jacobo, ‘se la daré a tus hijos’” (Deuteronomio 34:4).
Pero ninguno de estos hechos bíblicos conduce necesariamente a aprobar Israel como la poseedora legítima de toda la tierra disputada. Puede que tenga ese derecho, o puede que no. Pero esa decisión no se basa en el privilegio divino. ¿Por qué?
En primer lugar, la gente que no mantiene el pacto no posee un derecho divino para ocupar la tierra prometida. Tanto el estado de bendición de las personas como el derecho de privilegio a la tierra está sujeto al acuerdo que Dios hizo con Israel. Por lo que Dios dijo a Israel: “Si obedeces mi voz y mantienes mi acuerdo, serás mi posesión preciada entre todas las personas” (Éxodo 19:5). Israel no dispone de garantía de una experiencia actual de privilegio divino si no mantiene su acuerdo con Dios.
Más que nunca a Israel se le negó la experiencia de su derecho divino a la tierra cuando rompió su voto a Dios. Por ejemplo, cuando Israel languidecía en cautividad en Babilonia, Daniel rezó, “Oh Señor.. . ... nosotros hemos pecado y actuado mal.. . . A ti, oh Señor, te pertenece la rectitud, pero a nosotros la vergüenza pública. . . a todo Israel. . . en todas las tierras adonde los has dirigido a causa de traición que cometieron contra ti” (Daniel 9:4-7; véase Salmo 78:54-61). Israel no tiene ningún derecho divino para permanecer en la tierra prometida cuando rompió su pacto de promesa.
Lo que no significa que otras naciones tengan el derecho de molestarla. Aún le corresponden derechos humanos entre las naciones aun cuando no tenga ningún derecho divino. Dios castigó a las naciones que se regodearon con la disciplina divina de Israel (Isaías 10:5-13).
En segundo lugar, Israel actualmente rechaza a su Mesías, Jesucristo, hijo de Dios. Esto se trata de un acto final de ruptura del pacto con Dios. Dios prometió a Israel que “daría un hijo; y que el gobierno le apoyaría y su nombre se debería nombrar el Consejero Maravilloso, Dios Todopoderoso, Eterno Padre, Príncipe de la Paz” (Isaías 9:6-7). Pero con lágrimas este Príncipe de la Paz se fijó en Jerusalén y dijo: “¡Si… . . hubierais sabido sobre las cosas que crean la paz! Pero ahora se encuentran ocultas a vuestros ojos. . . . No supisteis la hora de vuestra visitación” (Lucas 19:42-44).
Cuando los creadores rechazaron la piedra angular, Jesús dijo: “Se os retirará el reino de Dios y será dado a aquellas personas que produzcan sus frutos” (Matías 21:43). Explicó: “Muchos vendrán del este y el oeste y reclinarán en la mesa con Abraham, Isaac y Jacobo en el reino de los cielos mientras que se arrojara a los hijos del reino a la oscuridad exterior” (Matías 8:11-12)
Dios ha salvaguardado propósitos para Israel étnica (Romanos, 11:25-26). Pero ahora le gente se encuentra enemistada con Dios que rehúsa el evangelio de Jesucristo, el Mesías (Romanos 11:28). Dios ha extendido su trabajo de salvaguardar para que abarque a todas las personas (palestinos incluidos) que confiarán en su hijo y dependerán de su muerte y resurrección para la salvación. “¿Dios se trata del dios de los judíos únicamente? ¿No es también el dios de los Gentiles? Sí, también de los Gentiles ya que Dios es uno. Justificará la circuncisión y la no circuncisión mediante la fé” (Romanos3:29-30).
La petición cristiana en el Oriente Medio a los palestinos y judíos es la siguiente: “Crean en el Señor Jesús y seréis salvados” (Actos 16:31). Y hasta el gran día cuando ambos judíos y gentiles seguidores del Rey Jesús que hereda la tierra (no sólo el terreno), sin insultar ni disparar, se decidirán los derechos de las naciones mediante los principios de la justicia compasiva y pública, sin reclamaciones al derecho o estado divino nacional. (John Piper).
Lastimosamente las “razones bíblicas” no quedaron demostradas en el artículo arriba mencionado. Creer que las tierras de la palestina, Israel bíblico, pertenece a los judíos no es ser parcial sino creyente en la palabra de Dios. Incluso el pueblo palestino no tiene ningún parentezco con los siete pueblos que existían alli antes de la conquista de canaan y tampoco la Biblia hace alguna mención de ellos. Discordamos categoricamente de las ensenãnzas del Señor Piper por las razones que mencionaré a seguir.
1. Las escrituras nos enseñan a orar por la paz de Jerusalén
“Pedid por la paz de Jerusalén; ¡ sean prosperados los que te aman!”(Salmos 122:6). Dios habló que los que oran por la paz de Israel y la aman serán prosperados. No habrá paz en Jerusalén si les dá la mitad a los islámicos palestinos. Cuando se escribió ese Salmo, Jerusalén y toda Palestina les pertenencia a las doce tribus de Israel.
2. Que los palestinos ya tienen un Estado para albergarlos
Se trata de Jordánia. El pueblo que habita alli son palestinos (árabes). Para eso fue creado aquel pais. Fue el nombre dado por el império Romano a la tierra de Israel y hasta la mitad del siglo pasado, los israelitas nascidos en la tierra santa eran llamados palestinos (Sarah Honing). Es una jugada sucia decir que los palestinos necesitan de un território, cuando ya lo tienen.
3. Que la elección de Israel como centro de bendición no culminó con el Mesías.
Cuando leemos los profetas, vemos que lo mejor está por venir en los propósitos de Dios para con Israel, en el milenio, período en el cual Jesús va a reinar literalmente en Jerusalén y los judíos salvados serán líderes de adoradores de todas las naciones. Vamos relacionar a continuación algunos textos.
1.Lo que vio Isaías hijo de Amoz, acerca de Judá y de Jerusalén.
2 Acontecerá que al final de los tiempos será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes; será exaltado sobre los collados y correrán a él todas las naciones.
3 Vendrán muchos pueblos y dirán: «Venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob.Él nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas».Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén la palabra de Jehová.
4 Él juzgará entre las naciones y reprenderá a muchos pueblos. Convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra.
5 Venid, casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová. (Isaías 2:1-5).
10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
11 Asimismo, acontecerá en aquel tiempo que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el resto de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
12 Levantará pendón a las naciones, juntará los desterrados de Israel y desde los cuatro confines de la tierra reunirá a los esparcidos de Judá. (Isaías 11:10-12).
4. Que El Señor prometió volver a reunir a los israelitas de vuelta a su patria.
En los versículos arriba mencionados Dios manifesta claramente su deseo de reunir su pueblo esparcido en la tierra de Israel. Hay abundante referencias sobre el tema en la Biblia. No sólo prometió en los tiempos de Abrahán, Sino que en cualquier época, aún que estén esparcidos, Cuando se arrepientan, Jehová los traerá de vuelta a su tierra. Para comprobar, analizemos el texto abajo.
1 »Sucederá que cuando hayan venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, te arrepientas en medio de todas las naciones adonde te haya arrojado Jehová, tu Dios,
2 te conviertas a Jehová, tu Dios, y obedezcas a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces Jehová hará volver a tus cautivos, tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te haya esparcido Jehová, tu Dios.
4 Aunque tus desterrados estén en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová, tu Dios, y de allá te tomará.
5 Jehová, tu Dios, te hará volver a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; te hará bien y te multiplicará más que a tus padres (Deuteronomio 30:1-5).
a. Dios prometió engendrar la nación Israelita en un solo día
8¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una sola vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz a sus hijos (Isaías 66:8).
Así que Dios ha dado prueba de su interés de preservar a Israel como un estado geopolítico. E hizo nascer al estado de Israel en la Asamblea general de la ONU, en el 1948 con votos de Paraguayos y brasileños. Osvaldo Aranha Presidió. Los árabes hicieron varias guerras en su contra y aún que los Israelitas eran en menor número y pocas armas, vencieron todas las guerras de forma sobrenatural.
5. Hay desechado Dios a Israel? Seguro que no!
Muchas son las excusas que usan católicos, Testigos de Jehová y ahora los calvinistas para afirmar que Dios ha desechado a su pueblo pero eso es una tergiversación y Piper está rotundamente engañado. Dios no lo ha desechado. En el Nuevo Testamento encontramos pruebas fehacientes que su propósito para con Israel sigue siendo firme.
2 De mucho, en todos los aspectos. Primero, ciertamente, porque les ha sido confiada la palabra de Dios.
3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? Su incredulidad, ¿habrá hecho nula la fidelidad de Dios? (Romanos 3:1-3).
1 Por tanto, pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera!, porque también soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice la Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó ante Dios contra Israel, diciendo:
3 «Señor, a tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado; solo yo he quedado y procuran matarme»?
4 Pero ¿cuál fue la divina respuesta? «Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal».
6 Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no sería gracia. Y si es por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no sería obra (Romanos 11:1-6).
El apóstol Pablo no solamente informa que Dios no ha desechado su pueblo sino también contradice a John Piper: Que hay un remanente por gracia. No es por guardar pacto , o entonces sería por obras. Su enseñanza (la de Piper) está en contradicción con la “soberanía” calvinista, pues depende del libre albedrío del hombre en obedecer el pacto. Y la elección incondicional? Solo sirve para los calvinistas? Y la perseverancia de los santos? Dios no podría mantenerles fieles a los israelitas? (Según los calvinistas). Esa questión, se vuelve una paradoja a los reformados.
6. El pacto entre Dios y la nación israelitas es eterno y inmutable.
37 Yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, con mi enojo y mi gran indignación; los haré volver a este lugar y los haré habitar seguros,
39 Les daré un corazón y un camino, de tal manera que me teman por siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos.
40 Haré con ellos un pacto eterno: que no desistiré de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
41 Yo me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, con todo mi corazón y con toda mi alma.
42 »Porque así ha dicho Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este mal tan grande, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo.
43 Poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: "Está desierta, sin hombres ni animales, y va a ser entregada en manos de los caldeos".
44 Heredades comprarán por dinero; harán escrituras y las sellarán, y pondrán testigos en tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de las montañas, en las ciudades de la Sefela y en las ciudades del Neguev, porque yo haré regresar a sus cautivos, dice Jehová» (Jeremias 32:37-44).
Dios prometió traer a los israelitas esparcidos (por causa de su indignación) de vuelta a aquél lugar, prometió ser su Dios, y así como les trajo el mal, traerles el bien. Y que poseerán en heredad la tierra (v. 43); Hacer también con ellos un pacto eterno (v. 40a).
a. El pacto con Israel solo será invalidado si dejar de existir dia y noche
21 podría también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener un hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
25 Esto ha dicho Jehová: Si yo no he establecido mi pacto con el día y con la noche, si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,
26 entonces es cierto que rechazaré la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, para no tomar de su descendencia a quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Haré volver sus cautivos y tendré de ellos misericordia».
Hasta ahora não entendi los “princípios de justiça compasiva y pública” que Piper evoca para solucionar los problemas territoriales entre Israel y palestinos. Es una salida paralela a la Palabra de Dios y creo que esa justicia solo habrá en el milénio, por medio de Jesús.
Conclusión
Después de analizar los versiculos arriba mencionados podemos constatar que Israel Si tiene el derecho bíblico de poseer la tierra prometida a Abrahán y su descendencia. Que los palestinos ya poseen una patria politicogeográfica que es Jordania. Que Dios hizo promesa incondicional con respecto a la posesión de la tierra santa e incluso prometió traer los Israelitas de todas partes del mundo para que habiten alli. Que haya paz en Jerusalén y que los enemigos de Israel sean avergonzados! Shalom Israel!
Luiz Antonio de Oliveira Cunha
Licenciado en Teología
Con posgrado en Consejería
Bibliografía
http://es.gospeltranslations.org/wiki/%C2%BFTienen_Los_Jud%C3%ADos_un_Derecho_Divino_en_La_Tierra_Prometida%3F
http://www.biblegateway.com/versions/?action=getVersionInfo&vid=60
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