quarta-feira, 12 de outubro de 2011

Spurgeon era contrario a la “depravación total” calvinista



Charles Spurgeon reconoció la insensatez de decir que el pecador tiene que ser regenerado antes que pueda creer:

Si he de predicar la fe en Cristo a un hombre que ha sido regenerado, entonces el hombre, habiendo sido ya regenerado, ya es salvo y es innecesario y ridículo predicarle a Cristo y pedirle que crea para ser salvo, si ya es salvo, puesto que ya ha sido regenerado. ¿He de predicar la fe solamente a los que ya la tienen? Es absurdo, en verdad. ¿No sería esto como esperar que el hombre se sane para luego llevarle la medicina? Esto es predicar a Cristo a los justos y no a los pecadores.” [Sermón titulado The Warrants of Faith].

Creo que fue uno de los mejores momentos del príncipe de los predicadores y que expresó con cordura una de las mayores verdades bíblicas: Uno solo puede ser regenerado después de creer. Y esta revelación está en la Biblia.

15 Y les dijo:
--Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado (Marcos 16:15,16).
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego, (Romanos 1:16).


Como hemos visto en los versículos anteriores, hay que creer para ser salvo. También que el evangelio es poder para salvación de todo aquél que cree. No existe siquiera un versículo que diga en la Biblia que la regeneración precede a la fe. Es más un engendro calvinista. Al contrario, uno no puede creer si es que no escucha la palabra de Dios.


8 Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos:
9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo,
10 porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree, no será defraudado»,
12 porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan;
13 ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»
16 Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?»
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:8-17).


El texto arriba es claro y desmiente completamente la depravación total y la regeneración anterior a la fe. Comienza explicando que el que cree en su corazón y confiesa con su boca que Jesucristo es el Señor es salvo (Romanos 10:8,9). Cualquiera que lo hace! (Romanos 10:12,13). Para que eso ocurra, tiene que haber uno que predique la palabra de Dios. Sin esta palabra, uno no tiene fe. (Romanos 10:17). A los calvinistas les encantaría quitar estos versículos de la Biblia, pero Dios lo dijo...El propio Jesús habló que uno debe oír y creer: “De cierto, de cierto os digo: "El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.” (Juan 5:24). Podemos concluir que en el momento que uno cree, es regenerado! Esta parte de la Escritura Spurgeon lo conocía muy bien. Si es que uno ya está regenerado, ya está salvo! No necesita más que nadie le predique! Termino nuestra meditación con un versículo que muestra otra vez la necesidad de primero oír, después creer para recibir el sello del Espíritu, la marca que tiene el creyente regenerado, un hijo de Dios.

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).

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